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ASAJA-Huelva exige a las administraciones que demuestren de una vez por todas su compromiso con los regadíos del condado

La organización agraria considera intolerable que tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central continúen jugando con el futuro de cientos de familias, perjudicando la imagen del sector de los frutos rojos y posponiendo las soluciones que permitirían proteger un entorno del que solo se acuerdan para su interés político.
La organización agraria Asaja-Huelva, asociación mayoritaria en la provincia de Huelva y por tanto, representativa de un gran número de agricultores afectados por la situación de parálisis que viven los cultivos de regadíos del Condado de Huelva, quiere mostrar su apoyo tanto a los agricultores que viven con incertidumbre el futuro de sus explotaciones y de su medio de vida como a la Plataforma en Defensa de los Regadíos del Condado de Huelva, que está realizando enormes esfuerzos para conseguir que las administraciones con competencias en la regulación de la agricultura de la zona y con poder para dotar a este territorio del agua necesaria para poder desarrollar la actividad agrícola con todas las garantías, cumplan de una vez por todas sus compromisos y dejen de jugar con el futuro de miles de familias y de un sector tan determinante para la economía onubense como es el productor de los frutos rojos.
Para Asaja-Huelva, realizar un repaso de la trayectoria del problema del agua y de la consiguiente pérdida de tierras históricamente agrícolas en la comarca del Condado supone percatarse de hasta qué punto la situación es un despropósito. Por un lado, lamenta la actitud del Gobierno central, que en septiembre prometió públicamente el trasvase de 4,99 hm3 de agua desde la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras, algo que no se ha producido en su totalidad toda vez que existen 360 hectáreas de berries que no reciben agua a pesar de contar con la aprobación del Plan Especial de Regadíos de la Corona Norte de Doñana, del Potad y de la Ley Forestal del 92. El Gobierno aseguró en aquel momento que la DÍA (Declaración de Impacto Ambiental) estaba solucionada, pero este trámite administrativo continúa en el aire. Los agricultores de estas parcelas, sin embargo, realizaron la plantación confiando en que el agua llegaría, algo que no ha sucedido, y en este momento atraviesan momentos de gran dificultad a causa de la falta de lluvias y el aumento significativo de las temperaturas.
Por otro lado, los agricultores también siguen esperando la revisión de las parcelas afectadas por el Plan Especial de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana, un plan que supone la desaparición de unas 1.500 hectáreas de cultivos en el Condado. Estas tierras han sido cultivables desde principios del siglo XX, sus agricultores pagan el correspondiente canon agrícola a los ayuntamientos y desde siempre han sido tierras de regadío. Sin embargo, la Junta de Andalucía elimina de una tacada el futuro de quienes trabajan estas tierras aplicando una ley, la Forestal de 1992, que reduce considerablemente las hectáreas que en cambio sí consolidaba el Plan Especial de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana.
En este sentido, Asaja considera intolerable que se juegue de semejante forma con unas tierras que pertenecen legítimamente a sus propietarios, que siempre han sido agrícolas y de las que dependen miles de puestos de trabajo. Para la organización agraria, el empecinamiento de la Junta y la falta de flexibilidad a la hora de contemplar soluciones para estas hectáreas “expulsadas” del Plan no tienen justificación y denotan únicamente el afán de la administración andaluza por justificarse ante las presiones de ciertas organizaciones ecologistas que subsisten a costa de demonizar a los agricultores.
Misma actitud voluble y pueril muestra al comprometerse, otra vez bajo presión, en esta ocasión de los propios agricultores que permanecen acampados a las puertas de la Delegación de Medio Ambiente, a estudiar los casos con calificaciones “injustas” o determinaciones “dudosas” dentro de las hectáreas excluidas del plan y a facilitar en el plazo de una semana a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir la situación de las hectáreas pendientes de la DIA tras la aplicación del Plan de Regadíos para que puedan comenzar a recibir agua superficial del trasvase de los 4,99 hm3. Asaja desconoce si se ha producido esta comunicación, pero igualmente se pregunta: ¿Era necesario llegar al punto de acampar frente a la Delegación para que la administración andaluza realizara la gestión? ¿No era posible haber actuado de oficio a este respecto y prestar así el servicio que deben a sus administrados?
Siguen también en el aire, después de tantos meses de negociaciones, reuniones y promesas, la trasferencia de 15 hm3 y las concesiones de agua a la Comunidad de Regantes del Condado, medidas que permitirían no sólo consolidar los cultivos y por tanto, los puestos de trabajo y los extraordinarios índices de exportación que tanto enorgullecen a nuestros políticos, sino también acabar con la extracción de agua superficial, cerrar los pozos y preservar la salud del entorno de Doñana.