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Vicente Domínguez expone en las Jornadas Agroganaderas de Villanueva de los Castillejos las claves de las ayudas para la mejora de la dehesa

El responsable del Departamento de Medio Ambiente, Forestal y Caza de ASAJA-Huelva, Vicente Domínguez Pérez, participó ayer en las Jornadas Agroganaderas de Villanueva de los Castillejos, celebradas en la Universidad de Huelva, con una ponencia centrada en las ayudas para mejoras en la dehesa, tanto directas como indirectas, y los principales retos normativos y técnicos que afectan a este sistema productivo.

Durante su intervención, Domínguez abordó el marco legal que regula la dehesa, destacando la Ley 7/2010 y el Plan Director de las Dehesas de Andalucía, aprobado mediante el Decreto 172/2017, cuyo objetivo es garantizar la viabilidad económica y ambiental de este sistema único en Europa, con una vigencia de 20 años y revisiones quinquenales.

El responsable de ASAJA-Huelva detalló las distintas líneas de apoyo incluidas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2022, así como su estado de ejecución, haciendo referencia a los datos de gasto público programado, comprometido, pagado y declarado, tanto en la anualidad 2024 como en la previsión de cierre en 2025.

Especial atención merecieron las denominadas “ayudas cortafuegos” (Submedida 8.3), destinadas a la prevención de daños por incendios, desastres naturales y catástrofes de la última convocatoria del año 2.018, cuyo resultado práctico fue calificado como muy limitado, ya que de los aproximadamente cerca de 1.000 solicitantes solo 23 resultaron beneficiarios, con una ejecución que apenas alcanzó el 0,90% del presupuesto previsto. Aún tenemos titulares que no han cobrado esas ayudas por problemas varios.

Asimismo, explicó las “ayudas forestales” (Submedida 8.5), orientadas a incrementar la capacidad de adaptación y el valor medioambiental de los ecosistemas forestales, así como las convocatorias específicas en materia agroambiental, como la Operación 10.1.14 de enmienda caliza del suelo para prevenir la podredumbre radical en formaciones adehesadas, cuya convocatoria para 2025 cuenta con una dotación de 20 millones de euros y un máximo de 258 euros por hectárea.

Domínguez también avanzó información sobre las próximas ayudas forestales, de las que se espera mayor acierto que en las dos convocatorias anteriores y que contemplan inversiones no productivas para la prevención de incendios y actuaciones selvícolas con objetivos ambientales –la intención es sacar ambas de manera conjunta-, destacando aspectos como la concurrencia competitiva, la tramitación electrónica, la posibilidad de subcontratación del 100% y los criterios de selección basados en riesgo de incendio, ubicación en espacios protegidos, certificación forestal sostenible o perspectiva de género.

En este punto, Domínguez avanzó que en esta convocatoria se han tenido en consideración las alegaciones presentadas por Asaja-Huelva, algo que el representante agradeció. Una de ellas es eliminar la obligatoriedad de contar con un proyecto de ordenación aprobado antes de solicitar la ayuda para aquellas fincas con menos de 400 hectáreas: podrán hacerlo con el Plan de Prevención de Incendios en vigor. No obstante, “aunque hemos avanzado mucho en las nuevas bases y apreciamos la consideración hacia las alegaciones presentadas por Asaja, aún no es suficiente y seguiremos trabajando para que en el futuro se sucedan las mejoras necesarias”, advirtió el técnico.

La ponencia concluyó con una reflexión clara: “La dehesa no entiende de burocracia”, subrayando la necesidad de adaptar las políticas públicas a la realidad del territorio y a las dificultades a las que se enfrentan los propietarios y gestores de estas explotaciones para que los recursos lleguen en tiempo y forma a dónde tienen que llegar.